EL EXISTENCIALISMO Y EL SUICIDIO

La existencia del ser humano no se hace tangible sino cuando uno se da cuenta que está sólo en el mundo, ni siquiera Dios esta presente en este momento (su silencio es la prueba de esto, los milagros han desaparecido). La percepción de la existencia se vuelve en una aterradora visión de nuestra vida, nos damos cuenta que el universo es tan extenso que nosotros no somos nada a su lado. El darse cuenta que uno existe puede llevarnos al suicidio. Los suicidas no son nada más que personas que se dieron cuenta de su existencia, sola y terrenal, y no pudieron aceptar seguir vivos, entendieron la incoherencia de seguir viviendo. Al final tenemos que morir, por qué no adelantar este hecho,  como si vivir toda la vida fuera bueno. La vida son más tristezas que alegrías, lo invito a recordar sus momentos felices, estos momentos son contados en su mente y quizá le ha costado trabajo recordarlos, si ahora le digo que recuerde sus momentos tristes, es seguro que en este momento debe estar triste, preocupado por algo o quizá frustrado por no conseguir algo. La existencia del ser humano se traduce en un existir para el que hacer, no todos tenemos un objetivo en nuestra vida, como si fuéramos superhéroes. El hombre común de la calle sufre desesperanzas, tiene que trabajar diario, cuando se da cuenta de su existencia es cuando se preocupa, cuando sufre. Sin embargo, cuando el ser humano se da cuenta que su existencia sirve para la existencia de otros, es cuando su existencia cobra sentido y no tiene sentido el suicidio. Perú, 19 de mayo de 2012. (AUTORES: JOSÉ MARÍA PACORI CARI y CESAR ALEJANDRO SANTA MARÍA)